La despedida de un Maestro
Guatón Ali, siempre fue uno de mis ídolos en lo que a despedidas de soltero se refiere. Cuando era mechón lo miraba con admiración.
Number one. Sólido el loco, una leyenda en el trajín nocturno. Una palabra: Eminencia.
Lamentablemente como dice el dicho. En casa de herrero cuchillo de palo.
Me enteré por terceros ayer, que la despedida del guatón había sido de cuarta categoría (mas encima con una cuota de $35.000 per capita) Lo que me apenó mucho y me hizo pensar, que todo tiene un principio y un fin. O sea me imagino al guatón sentado con un par de gordas decadentes, y a escondidas murmuraban los “amigos”; pero si son iguales!!!!. Cómo es posible.
A parte de una falta de consideración por parte de sus amigos, y teniendo en cuenta que el le se preocupó que el último adiós de mas de la mitad de los que estaban invitados ahí, fuera uno de los momentos mas memorables y gloriosos de sus vidas y quienes concurrieron a magnos eventos.
Bueno, cuando las guatonas terminaron su show, Gordo y sus amigos partieron a una DISCO capitalina en el sector de Recoleta. Nunca antes visto ni pensado. Ojalá q el Pulento les de su merecido a los infelices que mataron la leyenda de Gordo Alí.
Un minuto de silencio